Lo más normal del mundo cuando uno tiene una cama de 1,50 y tres gatos es que pueda echarse una siestecita tranquilamente sin problemas de espacio.
Lo más normal del mundo siempre y cuando los tres gatos, no sean mis tres gatos.
Lo más normal del mundo cuando uno tiene una cama de 1,50 y tres gatos es que pueda echarse una siestecita tranquilamente sin problemas de espacio.
Lo más normal del mundo siempre y cuando los tres gatos, no sean mis tres gatos.