Si, no… digo lo de la corbata por decir, porque en realidad pensaba ponerme mi traje de boda. O sea, la camiseta de Luigi Bros. Superbonita. Diez euros me costó en ebay. Un pastón.
Jokin tampoco va a ir. «Quien te ningunea a ti, nos ningunea a todos.» Me gustaría poder decirle que no hace falta, y que en realidad todo el asunto me la pela, pero no sé cómo hacerlo sin sonar desagradecido, así que solo pongo cara de suricata feliz, digo «jo, cuánto te lo agradezco…» y doy abracitos, con palmaditas en la espalda pif-pif-pif.
Hoy viene Karlos tarde, así que voy a hacerle ravioli relleno de boletus, con salsa de mantequilla, al aroma de tres quesos. Todo regado con cava. Buenísimo. Dejo aquí mi receta. Conlleva cierta complicación, pero el resultado merece la pena:
1. Coges el envase de los ravioli. Lo abres. Los cueces. Los escurres. Los pones en un plato.
2. Coges el envase de la salsa. La calientas en el microondas. La abres. La sirves encima.
3. Dejas que abra él el cava porque para eso es de Gasteiz y cada uno de sus brazos es como dos de los tuyos. Lo sirves.
4. Te comes todo.
Halayá. Estrella Michelín, ven a mí.